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Descripción

Guillermo Forchino nace en Rosario en 1952. Cursa estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario, donde obtiene el diploma de Licenciado en Artes Visuales. A principio de los años ochenta comienza a trabajar el volumen y a investigar diferentes materiales. Esta búsqueda, iniciada en la Facultad de Rosario, prosigue durante los estudios de Restauración y Conservación de Obras de Arte que realiza en la Universidad de la Sorbona, en París, tras haber obtenido una beca del gobierno francés. Esta formación lo introduce en el conocimiento de materiales tradicionales y técnicas antiguas, y lo lleva a trabajar especialmente con ceras, resinas vegetales, enduído de tiza y cola, adhesivos naturales y técnicas mixtas.

En el año 1984, regresa a la ciudad de Rosario donde se instala y abre su propio taller de restauración de obras de arte. Ese mismo año, es nombrado restaurador en el Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino. Por entonces, comienza a crear una serie de personajes cuyos cuerpos, fabricados con bandas de tela entrelazadas, dejan ver cabezas, manos y pies realizados a partir de papel maché tratado con pigmentos naturales y sumergido luego en cera virgen. En 1985, junto con los artistas Rubén Porta y Marcelo Castaño, realiza en la Galería «Krass Artes Plásticas» de Rosario la exposición Desafinados, que nos introduce en el mundo de los asilos de ancianos y las clínicas psiquiátricas. Una temática que Forchino aborda creando muñecos de expresión patética, prisioneros de sus cuerpos retorcidos, atrapados en sillas de ruedas o amarrados con tela y alambre, incluso encerrados en frascos asfixiantes. En octubre de ese mismo año regresa a París, donde se instala definitivamente.

En el año 1988, obtiene el primer premio de escultura en el «Salon Petits Formats» del Espacio Latinoamericano de París, otorgado por un jurado que preside Pierre Restany. Es a principios de los años noventa cuando comienza a utilizar resina de poliuretano y goma de silicona para crear nuevos personajes, pasando así del universo de los Desafinados, «esos seres que –según el pintor Juan Grela– viven otra realidad síquica», al mundo del cómic, en el que deja asomar cierta ironía. En 1994 crea, para la colección Remolins Zamora de Andorra, un relieve mural en resina de poliéster que representa un enorme atasco en la ciudad de Escaldes. En 1995 expone sus esculturas relacionadas con el mundo del cómic en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia y en el Centro Cultural Recoleta. En abril de 2001, nuevamente junto a Porta y Castaño, realiza Desafinados II, exposición que será presentada en el Palais de Glace de la ciudad de Buenos Aires y en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia.

En 2002, la sociedad «VM&M Concepts», con sede en los Países Bajos, comienza a reproducir y distribuir a nivel internacional sus obras de cómic. Desde entonces, viaja regularmente a la ciudad de Hui Yang, en el sur de China, donde se elaboran los prototipos para la reproducción técnica de sus obras, las cuales se distribuyen actualmente en 65 países. En el 2009, Forchino y los artistas Marcelo Castaño, Fernando Ercila, Hover Madrid y Daniel Pettit rinden homenaje en una muestra conjunta al profesor y amigo Rubén Porta.

En la actualidad expone regularmente en Francia, Argentina y los Países Bajos; vive y trabaja en su taller de París a escasos metros del cementerio Père Lachaise.

Lugar: Centro Cultural Roberto Fontanarrosa

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