En esta oportunidad los espectadores eligen los cuentos. Al reservar la entrada, se le consulta a cada participante si desea una función de llorar, de reír o de pensar. Los espectadores deciden qué cuentos leerá el autor y sobre qué temas deberá improvisar. Podrá haber escritores mejores que Hernán Casciari, pero ninguno tan obsecuente.
Lugar: Terraza de la Cúpula – Plataforma Lavardén